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Por qué el escándalo de Munives produce un daño mayor en Seguridad

Suarez decidió echar a Munives porque no hallaron justificación para lo que hizo: mentir y fraguar documentación. Su salida obliga a improvisar en una de las áreas más sensibles de la gestión. El "exceso de confianza" del funcionario que más duró en un cargo público.

Pablo Icardi
Pablo Icardi martes, 25 de enero de 2022 · 20:12 hs
Por qué el escándalo de Munives produce un daño mayor en Seguridad
Foto: Gobierno de Mendoza
Por qué el escándalo de Munives produce un daño mayor en Seguridad
Foto: Gobierno de Mendoza
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Roberto Munives tenía un récord temporal al que le acaba de poner tope por su propia torpeza. Era el jefe de Policía que más tiempo había estado en el cargo y uno de los funcionarios que mayor permanencia tenía desde el retorno de la democracia. Pues había superado los 6 años en la misma función. Quizá el tiempo le haya jugado en contra y el exceso de confianza también; creerse impune al punto de violar las normas que el propio Gobierno al que pertenecía había impuesto y hasta fraguar información en un documento público.  

Rodolfo Suarez decidió echarlo tras el escándalo y el hecho genera un daño mayor que excede el cambio en el cargo. "No es fácil encontrar un jefe de Policía", se quejaban en el Gobierno. Justamente el temor es cambiar de manera inesperada y que se note en el día a día.

Roberto Munives, el ahora exjefe de la Policía de Mendoza.

No fue el primer deslice de Munives, pero cambió el contexto. Incluso aseguran que el ascenso al Aconcagua que “lideró” tenía un plan aún más obsceno: que todo se hiciera como misión oficial, usando recursos del Estado para un objetivo personal. En el Gobierno aseguran que cortaron de cuajo esa idea. Pero se les escapó un detalle: el ahora ex jefe de la Policía usó sus influencias para violar la ley, como se nota en un documento, publicado por diario El Sol, firmado por un subalterno de él donde se menciona que su pareja estaba vacunada, cuando no era verdad. 

Munives era el policía modelo que buscó jerarquizar Cornejo cuando lo nombró al asumir en 2015. Además de haber tenido una larga carrera como uniformado, es graduado universitario y tenía pergaminos en gestión. También, claro, es líder de una familia policial que fue noticia varias veces por otros abusos de chapeo: uno de sus hijos, que también es policía, fue acusado de convocar a fiestas clandestinas y hasta de usar caballos de la policía para paseos personales.

El daño interno en Seguridad es mayor por el desgaste y porque genera algo que Suarez quería evitar: probar en la conducción de la Policía a alguien sin esa experiencia. Es que el principal capital del que se ufanaba Munives es tener, a pesar de todo, el orden y el respeto de los 10 mil policías.

Majul y Levrino, delfines de Cornejo y Suarez pusieron la cara por el escándalo de Munives. 

Hubo algunos nubarrones internos y sospechas de “vendetta” dentro del Ministerio de Seguridad. Oficialmente descartan ese camino, pues aseguran que los equipos que construyó Alfredo Cornejo y que se mantiene, conviven bien con el ministro nombrado por Rodolfo Suarez. Sin embargo, hay fuentes que indican que esa sinergia no es tan virtuosa y hasta agitaron para visibilizar más el escándalo.

En el Gobierno sienten el golpe porque es un error no forzado. Un tema de corrupción personal que termina afectando a una de las instituciones más sensibles. El nombramiento de Marcelo Calipo es un experimento. El comisario tiene un ascenso inesperado y es parte del mismo equipo formado por Cornejo, pero sin la experiencia de conducción de Munives.

Seguridad es conducida por Raúl Levrino, un hombre de confianza del gobernador. Pero detrás hay algunos cerebros de la gestión, como Hugo Sánchez, y estrategas políticos, como Néstor Majul, que gestaron su poder con Alfredo Cornejo. A diferencia de lo que ocurría en la gestión anterior, el gobernador no está encima del tema y delega más. Que en la conferencia de prensa hayan estado el ministro Levrino y Majul no es casual, pues representan las dos patas del poder en el gobierno: Suarez y Cornejo. Justamente buscan mostrar que no hay diferencias ni grietas.

 

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