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Sandy Greenberg y Art Garfunkel: una amistad a prueba de fuego

Cuando el millonario inventor se quedó ciego, su compañero de cuarto lo ayudó a terminar la universidad con honores. Un buen día tuvo la posibilidad de devolver la gentileza.

Santiago Hernandorena
Santiago Hernandorena sábado, 11 de diciembre de 2021 · 16:17 hs
Sandy Greenberg y Art Garfunkel: una amistad a prueba de fuego
Art Ganfurkel y Sandy Greenberg en la juventud. Foto: SANFORD D. GREENBERG

Un acto de caridad o amistad a veces puede generar cambios imperceptibles pero duraderos. Algunos pequeños favores son devueltos de las maneras menos esperadas y abren puertas. Por eso es importante CruzArte una Historia y conocer cómo la ceguera de Sanford “Sandy” Greenberg le permitió grabar su primer disco a Simon & Garfunkel.

Ciego a los 21 años

Sanford Greenberg nació en 1940 y a los 18 años ingresó en la Universidad de Columbia como un joven con mucho futuro. Lo ubicaron en una habitación donde se conoció con su nuevo compañero: Arthur Ira Garfunkel, un estudiante de arquitectura que además cantaba en el coro. Sin embargo, todo se desbarrancó cuando un glaucoma mal diagnosticado complicó la vista de Sanford en su primer semestre.

Con el paso de los años, fue perdiendo el sentido hasta que finalmente quedó ciego en tercer año de la universidad. Decidió abandonar sus estudios y se refugió en la casa familiar, sumido en la depresión. Lo que nunca esperó es que el joven músico que compartía su habitación no lo dejaría a su suerte. Viajó a buscarlo, lo convenció de volver y durante toda su carrera, Art leyó sus libros en voz alta y lo ayudó con la redacción de sus entregas. 

Art y Sandy en la universidad. Foto: Sanford Greenberg

Un día Arthur lo dejó solo en medio del campus. Greenberg no podía ver. Sintió que la gente lo empujaba y se desesperó. Salió corriendo, tropezó y se cortó las piernas, sin embargo se levantó y siguió. Finalmente, logró llegar a su habitación y cuando iba a cerrar la puerta escuchó la voz de su compañero que le pedía perdón por haberlo hecho pasar por eso. Fue la manera de Art de demostrarle que, pese a todo, podría salir adelante sin él en el futuro. Sandy le agradeció por el resto de su vida lo que hizo.

Sanford, finalmente, se graduó en Arte y luego en Administración de Empresas y recibió una maestría y doctorado en la Universidad de Harvard y otros títulos en Oxford.

Un visionario del futuro

Su primera empresa se centró en el campo de procesamiento de datos. Para 1966 ya había desarrollado patentes para dispositivos de voz comprimida, que desaparecen la distorsión del sonido. Con el paso de los años incursionó en el trabajo gubernamental y fue parte de la administración de Lyndon Johnson.

Una vez fuera del gobierno, se unió a David Rockefeller para crear una nueva empresa cuya función era mejorar los procesamientos de datos. Con su compañía revolucionó el campo del análisis de sistemas, desarrollando, entre otros proyectos, el sistema informático del Apolo 11.

Lanzamiento del Apolo 11

Posteriormente se desempeñó en todos los gobiernos, sin importar el color político, colaborando con cada uno en la innovación científica. En 2012 creó el Premio Greenberg a quien contribuya más a la lucha contra la ceguera.

Un favor devuelto

Volviendo a la universidad, Art dedicaba su tiempo a estudiar, cantar en el coro, ayudar a su amigo y, de paso, formar un dúo con Paul Simon, otro compañero de la infancia.  Sin embargo, estaba escaso de fondos para llevar adelante la grabación de su primer demo. Mientras todavía estaba rindiendo materias, le comentó a su excompañero de habitación sus intenciones de registrar la placa. Sandy no lo dudó y, con parte de sus primeras ganancias, le regaló 400 dólares para que pudiera hacerlo.

Wednesday Morning, 3 A.M.” fue el primer álbum de Simon & Garfunkel. Pasó sin pena ni gloria en medio de la “invasión británica” de rock encabezada por los Beatles, por lo que la banda se separó al poco tiempo. Paul Simon se fue a Londres a grabar su propia placa y Art volvió a terminar sus estudios.

Sin embargo, el productor del disco, Tom Wilson, quien ya había trabajado con Bob Dylan, no quedó conforme y decidió no abandonar el proyecto. Las ventas en Reino Unido no eran malas por lo que algo debía tener. Finalmente, decidió retomar “The Sounds of Silence” (Los sonidos del silencio), una canción netamente folk y acústica, agregarle bajo y batería, cambiarle apenas el nombre a “The sound of silence” (El sonido del silencio) y volver a lanzarla. Inmediatamente se instaló en las radios, escaló en los charts y fue un hitazo. Simon volvió de Londres ante estas novedades y Simon & Garfunkel comenzaron su carrera.

Art y Sandy en una reunión en 2018 en la universidad. Foto: Jeffrey Saks

Con el paso de los años, la amistad entre Sandy y Art continuó. Greenberg escribió su autobiografía tomando la primera oración de “The Sound of Silence”, “Hello darkness my old friend” (Hola oscuridad, mi vieja amiga), como título; Garfunkel escribió el prólogo.

Pasaron ya más de cincuenta años desde que se conocieron en la universidad. Siguen siendo amigos. Si Art no hubiese pensado en su compañero y le hubiese dado todo su apoyo, ni Sandy sería quien es hoy, ni su carrera musical hubiese existido. Favor con favor se paga.

Ideas o comentarios, puede escribir a shernandorena@mdzradio.com

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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