CruzArte una historia

La increíble historia del único sobreviviente de tres hundimientos en la Segunda Guerra Mundial

Pocos pueden jactarse de esquivar la muerte en una embarcación en tres oportunidades. Olvidado por el arte, el protagonista de esta historia es una leyenda

Santiago Hernandorena
Santiago Hernandorena sábado, 13 de noviembre de 2021 · 15:22 hs
La increíble historia del único sobreviviente de tres hundimientos en la Segunda Guerra Mundial
Sam, el insumergible

La Segunda Guerra Mundial ha inspirado muchas películas. Algunas apuntan a lo ocurrido en tierra en el frente europeo, como "Saving Private Ryan" (Buscando al soldado Ryan) de Spielberg, otras al frente asiático como "The thin red line" (La delgada línea roja) de Terrence Malick. Una de las primeras es británica y cuenta los sucesos que llevaron al hundimiento del acorazado Bismark. Se llama "Sink the Bismark" (Hundid al Bismark) y se filmó en 1960. Recibió muy buenas críticas por su calidad, sobre todo los efectos especiales de vanguardia para la época. Por otro lado, muestra ciertas diferencias con los sucesos reales, algunas debidos al desconocimiento porque existía información clasificada al que los guionistas no tenían acceso, otras por la necesidad de mostrar a los nazis como demonios. Pero más allá de esos detalles, dejó de lado la historia de un personaje particular que, no solo sobrevivió el ataque a la nave nazi, sino que además, estuvo en dos hundimientos más. Por eso hoy es importante CruzArte una Historia y descubrir a Sam, el insumergible.

Un acorazado que duró muy poco

El Bismark zarpó por primera vez el 15 de septiembre de 1940. Ya en su primera misión detectaron una falla de diseño que complicaba la maniobrabilidad de la nave. Llegó a tener 2221 personas a bordo, entre oficiales y marineros, y un gato.

Se desconoce el nombre real del felino, pero no era anormal que los buques llevaran uno. La necesidad de tener acumuladas reservas de alimentos, así como las sogas, muebles de madera y cables, generaba la presencia de roedores en casi todas las naves. Por ese motivo casi todos llevaban un gato a bordo para servir como “control de pestes”.

El felino que cuidaba al Bismark de pestes

El 19 de mayo de 1941, partió para colaborar con la Operación Rheinübung, cuyo objetivo era hundir barcos que llevaran suministros al Reino Unido. Sin embargo, los británicos detectaron las embarcaciones nazis y se dispusieron a hacerles frente. El 24 de ese mes se encontraron las fuerzas y comenzó el combate. El Bismark fue dañado y comenzó la huida.

El acorazado Bismark. Foto: Wikipedia

Pero una operación conjunta de aviación y marina lo condenó. La mañana del 27, el Bismark se hundió. Dos barcos británicos, el Dorsetshire y el destructor Maori, se acercaron a rescatar a los náufragos. De los 2200 que había a bordo, solo 114 sobrevivieron. Cuando las naves inglesas comenzaban a retirarse, desde el HMS Cossack se escuchó a alguien gritar: “¡Oscar! ¡Oscar!”. “Oscar” era la sigla del código de señalización internacional para referirse a un náufrago en el mar que necesita rescate. Cuando los marineros se asomaron lo que vieron los sorprendió: un gato flotaba en una plancha de madera. Lo subieron a la embarcación, lo renombraron Oscar y lo llevaron con ellos de regreso al Reino Unido.

Oscar consigue una nueva casa flotante.

El felino se convirtió en la mascota y control de pestes del Cossack, que pasó unas semanas en reparación luego de la batalla con el Bismark. Poco después partieron y su misión fue controlar el Mediterráneo.

HSM Cossack. Foto: Wikipedia

En octubre recibieron la misión de escoltar un convoy desde el Peñón de Gibraltar hasta el Reino Unido. A pocos días de partir desde el peñón, un submarino alemán U-563 le disparó un torpedo que acertó. La explosión mató a 159 tripulantes, incluido el capitán. Intentaron remolcarlo a Gibraltar pero ya era demasiado tarde. El 27 de octubre de 1941 el Cossack se hundió frente a la mirada de Oscar, que sobrevivió a un nuevo hundimiento y recibía un nuevo nombre: Sam el insumergible.

Un gato indestructible, no como un portaviones

Pocos días después, Sam fue destinado al portaaviones HMS Ark Royal. Esta embarcación también fue clave en el hundimiento del Bismark ya que proveyó las aeronaves que colaboraron en la misión. Sin embargo, la suerte del felino no mejoró.

El HSM Ark Royal hundiéndose. Foto: Wikipedia

Un mes después, al Ark Royal era alcanzado por un torpedo lanzado por un U-81 cuando regresaba de Malta hacia Gibraltar.  Si bien la embarcación resultó insalvable, la lentitud del hundimiento permitió que la mayoría de la tripulación fuese rescatada flotando en botes o en planchas de madera. En esta última condición encontraron a Sam, al que describieron como: “Estaba bastante sano, pero de muy mal humor”.

Por ahí el gato era yeta

Finalmente, Sam fue enviado a las oficinas del gobernador de Gibraltar. Luego pasó al Reino Unido donde vivió el resto de sus días en una casa de retiro para marineros en Belfast, Irlanda del Norte. Falleció en 1955, habiendo sobrevivido la Segunda Guerra Mundial y tres hundimientos.

Sam siendo saludado

Algunos ponen en duda la existencia de Sam. Muchos creen que es una leyenda marina e incluso hay desacuerdo sobre cuál de las dos fotos que se utilizan para ilustrarlo es el felino real. Las películas que retratan esos momentos no lo nombran, nadie lo ha inmortalizado en la pantalla aun. Lo cierto es que la Marina Real Británica tiene un cuadro del “insumergible” para homenajearlo. Pero los peores detractores no dudan de su existencia, pero sí de su suerte y lo consideran un gato de mal agüero.

Ideas o comentarios, pueden escribir a shernandorena@mdzradio.com

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