Whisky y café: la mejor forma de combinar estas dos bebidas

La evolución del whisky es prometedora. Amplía su público, marida con café y chocolate para llegar hasta las barras y los postres gourmet y tiene infinitas posibilidades por su gran versatilidad y su sabor intenso. 

Qué whiskys maridan mejor con café: delicia con delicia

La afinidad entre el alcohol y el café es más que interesante. Ron, licor y whisky son los favoritos para saborear con las notas intensas del café. 

Con el whisky en particular ocurre que realzan las notas del café y se produce, entre estos dos elixires, una combinación que potencia uno el sabor del otro. 

¿Los motivos por los que esto ocurre? No hay uno solo. Hay quienes señalan que las propiedades estimulantes de la cafeína, por ejemplo, compensa los efectos algo depresivos que puede ocasionar el destilado. 

Si nos fijamos en la historia, es cierto que en 1795 los suecos mezclaban whisky y vodka con café para combinarlos en un solo trago que los hiciera entrar en calor. Para muchos, de aquí surge el café irlandés, que llegó recién en 1940. 

Actualmente, el cultivo de café es la base para obtener distintos sabores: intenso, suave, amargo, dulce, de ligera acidez agria y a la hora de elegir uno, el consumidor cuenta con una extensa variedad. Así, no es lo mismo combinar cualquier café con cualquier whisky.

Las mejores combinaciones de whisky con café

Aunque los tipos de whisky también son varios, el abanico es más acotado que si hablamos de variedades de café. 

Más allá de su procedencia: puede ser whisky estadounidense, japonés, canadiense, escocés o irlandés, los whiskys se clasifican según su composición. 

Esta bebida milenaria puede dividirse, según sus procesos de producción, sus componentes y su grado de pureza en tipos de whisky de distintas variedades: según matices y sabores fáciles de distinguir. 

El whisky blended es el que más se consume en el mundo, el más popular es el whisky que se produce a partir de la mezcla de distintos tipos de whisky. En general, de malta con grano. 

El sabor estará dado por la proporción de malta o de grano que se haya usado en su preparación: usualmente se reparte entre un 60% de whisky de grano y un 40% de malta. 

Esa combinación es perfecta para sumar a las notas del café por su intensidad con tintes de caramelo y vainilla. 

En cambio, el whisky de grano, que se elabora con maíz y cebada no malteada, posee un envejecimiento mayor: de 3 a 5 años y es más intenso aún que el anterior. Si se le suma café la intensidad será demasiada. Se recomiendan cafés más suaves o incluso que estén combinados con algo de cacao.

En el caso del whisky de malta, elaborado a partir de la cebada malteada, envejecido en barriles de roble por un mínimo de tres años, la destilación está pensada para ser más larga, hasta de doce años. El objetivo es alcanzar una calidad extraordinaria y obtener alguna de estas dos variedades: single malt o vatted malt.

El single es una sola y única cebada. El vatted es mezcla de distintas destilerías, solo de malta. También se le conoce como pure malt. 

Este es el mejor whisky para maridar con café o cualquier tipo de licor de café, chocolate con café o cremas de café. 

Incluso uno de los tragos estrella, tanto en México y América Latina como en Estados Unidos y Europa es la fusión del licor mexicano de café conocido como Kahlua Mocha (una medida), mezclado con 1 ½ partes de whisky single malt o pure malt, ½ de café frío, ½ de azúcar y 1 medida de leche entera. 

Luego de batir en una coctelera, servir en un vaso Collins cubierto de un chorrito de agua carbonada ¡Un elixir de los dioses de estos dos ingredientes que se potencian entre sí: whisky y café! ¿Te animas a probar la combinación?

Este contenido se publica solo con fines informativos y no puede sustituir la labor de un profesional. Le recomendamos que consulte con su nutricionista de confianza.

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