Opinión

Dengue en Buenos Aires: otra crisis que revela profundas fallas

En medio de un brote histórico de dengue en Argentina, con más de 150 mil casos y la guardias de los hospitales desbordadas de ciudadanos que esperan ser atendidos. Yamil Santoro deja su mirada en MDZ

Yamil Santoro jueves, 28 de marzo de 2024 · 00:30 hs
Dengue en Buenos Aires: otra crisis que revela profundas fallas
El dengue vuelve a desnudar las grietas en las paredes de nuestro sistema de salud Foto: MDZ

Como un terremoto pone a prueba la fortaleza de una construcción, la pandemia de Covid-19 reveló, de la manera más cruel, las falencias que revestían los servicios estatales de nuestro país. Ante un fuerte shock externo, todas nuestras estructuras de organización social empezaron a resquebrajarse por décadas de desinversión y desidia. Fuimos emparchando nuestra casa sin
prestarle atención a los problemas de fondo.

Fuimos pintando encima de las manchas de humedad.

Sin ánimo de repasar las terribles consecuencias que la decadencia del Estado tuvo para la gente, y las grotescas barbaridades que llevaron adelante los dirigentes que debían cuidarnos durante la crisis, uno esperaría que después de todo esto hayamos aprendido. Pero no fue así y, cuatro años después, otra enfermedad vuelve a desnudar las grietas en las paredes de nuestro sistema de salud, el dengue.

Si bien existen causas estacionales, como el aumento de las lluvias producto de fenómeno del Niño, en cuatro años se duplicó la cantidad de casos, y se quintuplicó en comparación con 2009. Finalizando marzo, ya superamos la cantidad de casos de todo año pasado. Claramente nos encontramos con un problema desatendido y minimizado por la política. Pero en este punto quiero
profundizar.

Si bien existen causas estacionales, como el aumento de las lluvias producto de fenómeno del Niño, en cuatro años se duplicó la cantidad de casos. Foto: MDZ.

La política de salud es competencia provincial, y es muy diferente la calidad del servicio prestado por cada distrito.

En particular, la Ciudad de Buenos Aires tiene uno de los mejores sistemas de salud del país, teniendo en cuenta cantidad de hospitales por habitante, cantidad y capacitación de profesionales, aparatología y complejidad, y demás variables. Resulta lógico entonces que exista migración sanitaria hacia la Ciudad desde distritos que prestan peores servicios, como ser la Provincia de Buenos Aires.

Lo que no resulta lógico es que esta migración recargue el sistema de salud porteño hasta colapsarlo y que las provincias no se hagan cargo. Qué incentivo puede tener el gobierno de la PBA en mejorar el sistema de salud del conurbano, si de cualquier manera los pacientes se vienen a atender en Capital “gratis”.

Nada es gratis, los porteños estamos pagando.

El sistema de salud de nuestra Ciudad afronta una demanda exorbitante y altamente desproporcionada en relación a la cantidad de sus residentes. Atendemos a todo aquel que lo requiera sin ninguna contraprestación, lo cual se traduce en una insuficiente
cantidad de insumos, falta de turnos y escasez del personal idóneo para una correcta atención. Los porteños no deberíamos pagar, y recibir una peor atención, por la improvisación y la desidia de los otros distritos.

El sistema de salud de nuestra Ciudad afronta una demanda exorbitante y altamente desproporcionada en relación a la cantidad de sus residentes.

Según los últimos datos disponibles, que son anteriores a la pandemia, el 45% de las consultas ya eran por parte de no residentes, debido a la falta de capacidad y recursos en sus propias provincias, lo que resalta las profundas y persistentes desigualdades en el acceso a la atención médica en Argentina.

No es justo que los porteños estemos pagando impuestos para mantener un sistema de salud donde uno de cada dos pacientes tiene domicilio en otro distrito. Y que no se me malinterprete por favor. No quiero decir con esto que esos pacientes extranjeros no deban ser atendidos, sino que alguien tiene que hacerse cargo de esa atención. Y que, ante dos casos de igual urgencia, los
porteños deberían tener prioridad para ser atendidos en el sistema de salud que mantienen.

Los estados provinciales deberían pagar por los servicios que no brindan.

De esta manera nuestro sistema de salud no se vería desfinanciado y colapsado por la migración sanitaria. Solidaridad sin reciprocidad es abuso. Hoy, el dengue pone bajo estrés nuestra estructura. Esa mancha de humedad, desatendida por años, genera largas filas en las guardias donde la espera puede llegar a seis horas. ¿Somos nosotros los culpables por querer priorizar a
nuestros ciudadanos que pagan cada mes los impuestos, o son los Estados provinciales que no invierten en su sistema de salud?.

Es hora de que abordemos la atención médica no solo como una crisis temporal, sino como un síntoma de problemas más profundos que requieren una respuesta integral y sostenible. Necesitamos igualar la prioridad que se le da a este servicio en el territorio. Necesitamos que todos comprendan la importancia de inversiones significativas en prevención y acceso equitativo a la atención médica.

Necesitamos un compromiso real y duradero para construir un sistema de salud que proteja y promueva la salud de todos los argentinos, compartiendo las cargas que conlleva. El brote de dengue en la Ciudad de Buenos Aires es más que una crisis
coyuntural; es un llamado de atención para que tomemos medidas concretas y significativas abordando las profundas inequidades que enfrentamos como sociedad y las responsabilidades políticas correspondientes.

No podemos permitirnos seguir ignorando las lecciones que esta crisis nos está enseñando.

Yamil Santoro.

* Yamil Santoro, legislador, abogado, empresario y docente.

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